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Räx nu k’ux

Los símbolos son articulaciones de sentido. Lo simbólico contribuye a transformar diferentes ámbitos de la vida, a partir de la comprensión que hacemos desde el placer, la organización, el lenguaje (incluyendo el lenguaje corporal), el conocimiento y la religión, porque ahí se consolida y reproduce el orden simbólico. Ver mas

Räx nu k’ux

Las abuelas y los abuelos nos cuentan que todo cerro, todo bosque tiene su rajawal, su guardián. Las mujeres y los hombres kaqchikeles de Chi Xot sabemos de nuestras madres, padres, abuelos y abuelas que de la tierra nacimos, que de ella viene la milpa, el frijol, el güicoy, las habas, la papa, el miltomate, las hierbitas, los chipilines. De ella vivimos, ella nos alimenta. Por eso decimos que es nuestra madre.

Pero también es la casa de nuestros hermanos árboles, nuestras hermanas aves, animales del monte, no solo es nuestra madre, es la madre de todos los seres que existimos en este territorio, por eso decimos qate’ ruwach’ulew. Nuestra, porque la compartimos con las hermanas flores, plantas, árboles, pájaros y demás animalitos del monte.

Ellas y ellos nos han enseñado que nuestra qate’ ruwach’ulew tiene sus rajawales, sus guardianes, sus protectores, quienes debemos pedir permiso para visitar los bosques, los cerros, los ríos, los nacimientos, los lugares sagrados donde se hablan con las y los ancestros. Las abuelas y abuelos kaqchikeles de Chi Xot lo saben, por eso danzan cada año con los rajawales del pueblo que son nuestras hermanas aves Kot (águilas) y los b’alam (jaguares). Las aves Kot y los b’alam son nuestros símbolos ancestrales que nos recuerdan, que somos parte de la tierra, que dan testimonio de nuestra originaria armonía.

Hoy 22 de abril, es el Día Internacional de la Tierra y en el pueblo Kaqchikel de Chi Xot, San Juan Comalapa, la juventud dejamos registro en nuestra memoria y en la memoria colectiva a través del arte. Hoy concluye una iniciativa que nació del invierno de 2020, idas que se hacen posibles y tangibles al elaborar el mural räx nu k’ux (mi corazón verde). Este mural plasma el pensamiento juvenil que esboza todas aquellas propuestas artísticas que decenas de jóvenes, niñas y niños elaboraron para construir colectivamente el boceto del mural que hoy existe en una de las principales calles de este pueblo que resiste también desde el arte.

Este es un mural dedicado a conservar, a través del arte, las prácticas comunitarias que las y los abuelos han heredado para el cuidado de la madre naturaleza y los elementos históricos que representan nuestra armonía inherente con ella. Para hilar este pensamiento que a las nuevas generaciones se nos está olvidando frente a la profunda colonialidad de nuestras conciencias.

Hoy la juventud de Chi Xot hace un intento por decirle a nuestro pueblo y a la humanidad, que es imperativa la transformación de nuestras actitudes individuales y colectivas con las que tratamos a nuestra madre naturaleza. Le decimos al mundo que es preciso quebrantar esa forma colonial de pensar a la madre tierra como ajena a nuestra propia existencia y que este es un proyecto histórico que lo podemos realizar en nuestras vidas cotidianas a través del reconocimiento como seres kaqchikeles.   

Este mural estará presente desde ahora en una calle de Chi Xot para reflexionar con las miradas fijas al pasado, en el presente y hacia el futuro como nuestras aves guardianas Kot, cuyas cabezas ven, una hacia adelante y otra hacia atrás. Este mural también es un intento de enseñar y aprender desde las calles para que, a través del arte, estos espacios se conviertan en caminos para la reivindicación y la transformación de las sujetas y sujetos sociales.

Con el permiso a las tres aves Kot y sus poderosas vistas: volteamos hacia el pasado para traer a nuestra memoria aquellas enseñanzas de nuestros abuelos y abuelas para cuidar los bosques, los ríos, los nacimientos, los cerros, la tierra, a nuestros hermanos animales que viven en el monte. Miramos y vivimos nuestro presente, para reflexionar sobre nuestras actitudes individuales y colectivas que dañan a la madre naturaleza, para transformarlas y ver hacia el futuro con la intención de proteger la vida de la madre naturaleza, que es nuestra vida.

Así como las Kot protegen al Pueblo de Chi Xot de hambrunas y de los malos tiempos guardando en su pico nuestro alimento y en sus cuellos las semillas de la tierra. Así nosotras y nosotros, estamos llamados a tomar ese ejemplo para defenderla. De esta forma celebramos el Día de la Tierra.